miércoles, 6 de febrero de 2008

NIT DE SANT SEBASTIÁ, 19 de enero, Palma de Mallorca




Con esta formación (aunque conté un guitarrista de más) aspecto y más o menos el mismo sonido actuaron los Echo and the Bunnymen en Palma. En el enlace de abajo, unas fotos del concierto:

http://www.fonart.com/galeria/fotos-conciertos-fonart.php


Gracias a Larvondick, con el que había quedado y que me llamó preguntandome donde estaba por que no me veia por la plaza, recordé que ayer era el concierto de los Echo and the Bunnymen y no hoy. Me recompuse, pues me había olvidado (y dormido) por completo del asunto y salí a la calle como el oso Yogui imitando al Correcaminos. Despues de dar un par de vueltas y contactar de nuevo con él, llegé al campamento donde me esperaban. La noche de la Revetla se celebra haciendo hogeras en la calle para cocinar embutidos y ponerse malo de vino y cerveza... la mejor fiesta de la ciudad con diferencia. Lo del campamento viene por la acumulación de comida y bebidas, en plan botellona pero con brasas, en este caso frente a un camión de bomberos. Me sentia muy seguro en el caso de que terminara rodando sobre alguna hoguera, pero no fue la ocasión, en parte por la cantidad de gente que habia alrededor,dabas un salto y ya no volvias a tocar el suelo.


Me lo pasé bien, los Echo and the Bunnymen, hicieron un concierto correcto. Participaron en la banda sonora de Donnie Darko (2000, R. Kelly), film con el que tengo una pequeñisima conexión, pues Irene, la amiga que nos permitió apalancarnos a Larsvondick y a mi en su foguera,formó parte del equipo de rodaje de Four Last Songs (2007, F. Joseph) , asistiendo a Jena Malone. Pude ir unas horas al rodaje de la peli y hacerme una foto con la Malone, Larsvondyck, Pako Jeremy (reseñado en la entrada sobre Mondo Raruzco) y la misma Irene, uno de los mejores recuerdos que tengo por ahí guardados.



Como decia, a Echo... los conocia de oidas desde chaval. Como todo el mundo dice, eran como los Cure pero mas poperos, ahora son más rockeros.
La primera vez que escuché mas de dos canciones seguidas del grupo fue en un concierto que emitio TV3 a mediados de los noventa, me impactó esa mezcla de pop afterpunk con una base ritmica caside heavy metal que tenian en ese momento. Es verdad que muchos grupos suenan mas contundentes en directo, pero me chocó ese detalle del melenas dando leña a la bateria en un grupo que esperaba sonara mas moñas.

La pandilla de Irene, que apenas conozco, parece salida de un cómic de Love and Rockets.


Sin entrar en mas detalles, me llama la atención la fijación que tienen en general cuando se dirigen a mi o a otro amigo, respecto a ciertas aficiones, al concepto de frikismo (leer tebeos, cierto tipo de cine, los Chanantes y demás tópicos). Con interés, buscando un tema común para poder entablar una conversación con alguien que solo conocen de vista pero tambien con un ramalazo despectivo, bromeando, cosas de modernos ;) , descubren una forma cultural que en el fondo da la impresión de que lo miran con sorpresa. Sin referirme a nadie en concreto de los que estabamos, hablando en general.

Ser un nerd siempre estuvo mal visto y ahora es una moda más, en parte tambien porque mucha gente siempre busca algo con que definirse y hacer bandera con un estilo de vida concreto... y creo que ser friki (un apelativo que en realidad, repito, es despectivo) es mas complejo y cutre a la vaz que eso, un friki de verdad puede ser como Robert Crumb o Werhner Von Braun o cualquier hincha radical de un equipo de fútbol, o alguien que no ha cambiado de actitud desde los trece años y se peina y viste como se lo hacia su madre... No basta con ser un gafapastas. Me parece curioso y no he podido evitar reseñarlo, es un tema que me llama la atención y me divierte en este momento, por su cierta resonancia e insistencia en los medios culturales comerciales y parte del ambiente en el que me muevo. De todas formas es otra moda y como tal pasará, además de no ser algo nuevo, por ejemplo recuerdo como los fans de Tolkien se quejan de como los progres de los años sesenta y setenta ensalzaban a El Señor de los Anillos como una crítica profunda antibelicista y metáfora de los cambios sociales del paso a una sociedad industrializada y ahora se considera el mismo libro y a sus seguidores como infantiloides bastante plastas.


En resumen, en uno de los pocos refranes que respeto, el hábito no hace al monje.


Despues del concierto, visto en primera fila, me reencontré con unos viejos amigos del extinto colectivo Recerca al que pertenecí, que ahora están involucrados en http://www.39escalons.org/ una buena alternativa cultural en un lugar tan arido en el tema como es Mallorca. A pesar de que la isla siempre has ido un destino y casa de grandes artístas: Robert Graves, Errol Flynn, Michael Douglas y su familia y amigotes, Peter Ustinov, Roman Polanski, Annie Lenox, Colm Meaney o Mati Klarwein, esto no se ha reflejado mucho en lo que es en mi opinión un ambiente pretencioso pero muy provinciano. Sobre todo con los actos oficiales.

Sobre estas líneas, Errol Flynn a bordo de su yate Zaca, con el que pasó una larga temporada en Mallorca, tanto es así que el barco a su muerte le seguía esperando amarrado en Palma.

Volviendo al concierto, el cartel de este año ha sido otra vez decepcionante, tanto el cartel publicitario en sí como parte de las actuaciones, gastandose el ayuntamiento una fortuna en traer una banda franquicia solo valorable para servir de hilo musical en una verbena, bingo o boda como los actuales E.L.O. y sin darle el más mínimo espacio al rock duro aún siendo música popular, pese a los grupos oficiales ligados a la política regional, los 40 Principales u Operación Triunfo de turno que nunca faltan. Suena a tópico de letra de canción de rock urbano, pero a los encorbatados de siempre, sean del color que sean, les sigue importando un bledo el ROCK.

Terminé la velada, casi sólo para despedirme de Pako e Irene (Pako se presentó a ver el concierto y Larsvondyck desapareció despues de escuchar The Killing Moon, que es a lo que había venido) hipnotizado mirando los contoneos de las bailarinas del escenario de música tecno, pero no tecno estilo Dirty Princess o Laibach, si no tecno del que se escucha en los restaurantes de moda, esos que parecen decorados por un fan de David Lynch en el mejor de los casos. Musica para comer. Lo que no pude dejar de recordar fue que el orígen de estos actos, en los que alguien se sube a un escenario o podio a ritmo de bases ritmicas aceleradas para jalear al público es militar. El ritual es el mismo. Una vez enardecida la masa, se le manda como tropa a arrasar a la tribu de al lado.





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