viernes, 21 de marzo de 2008

TOMMY LEE JONES Y JOSH BROLIN


En el Valle de Elah.

La escena final con el personaje de Tommy Lee Jones izando la bandera estadounidense del colegio de su pueblo, cabeza abajo como signo de socorro, resume el argumento de la película.

Retrato de un país en crisis, el protagonista, un expolicía militar investiga la desaparición de su hijo recién llegado del frente en Irak. Mientras trata de encontrar al muchacho y descubrir lo que le ha ocurrido vemos una descripción de la decadencia de la sociedad americana:
crímenes de guerra, soldados yonkis y violentos que no se pueden adaptar a la vida civil. Policías ineptos que solo ocupan el cargo por tener un empleo en el que mantenerse, como simples funcionarios, problemas de racismo e ideales puestos en duda.
Enorme interpretación de Tommy Lee Jones y Susan Sarandon y más que correcta para el resto del plantel.






No es país para viejos.

Sólo darle la enhorabuena por el oscar a Javier Bardem por su actuación, uno de los mejores freak psicokillers del cine de los últimos años. Todo lo demás es tan genial como se puede esperar de una obra de los hermanos Coen. De nuevo Tommy Lee Jones nos regala otro gran personaje, un sheriff a punto de jubilarse que impotente no puede ayudar a sus vecinos involucrados en una ola de crimenes provocada por el robo de dinero a una banda de traficantes, no es exactamente así pero no quiero desvelar más la trama.

Ambas películas retratan el lado más oscuro y mediocre de la sociedad americana, el mismo personaje de Jones en ambas tiene varios detalles en común, son hombres buenos y honestos, agentes de la ley que el peso de la edad y un mundo mas mediocre duro y triste que el que era en su juventud aplasta y deja impotentes, poniendo en evidencia sus propios defectos y problemas. La escena en el que el sheriff de No es país para viejos visita a su pariente invalido y este le explica que pese a su convalecencia, a causa de un tiroteo ya no busca venganza, con eso no volveria a andar ni a recuperar la juventud perdida y que los tiempos que corren (la película está ambientada a principios de la decada de los 1980, ya en nuestro pasado) podrán ser muy duros, pero la historia que cuenta sobre el tio del sheriff que murio asesinado por una banda de indios a principios de siglo y la descripción de sus propios achaques dejan claro a cuento de qué viene el título de la obra.


Ilustraciones de Lara Tomlin y P. Burke publicadas por el New Yorker.

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