Las chicas más populares de la serie muestran sus encantos en su faceta más macarrona y frívola, retando a sus fans a usar el photoshop para descubrir si marcan camel toe o no.
La cuarta temporada de la serie ya se está emitiendo en los EEUU acercandose al desenlace final de la misma. Como he comentado en otras entradas, considero la nueva versión un clásico contemporaneo de la tele gracias a la calidad de su guión y planteamientos. Ha sido capaz de crear un drama de acción que ha sabido escapar de los tópicos del género, aún haciendo concesiones al público. Muchos critican errores del tipo "en el espacio los interiores de las naves no tienen gravedad" o "la cámara se mueve tanto en las batallas espaciales y exteriores que no se entiende nada" sin caer mucho en que lo importante es, libertades artísticas banales y estilo documental en el rodaje y chicas en bikini de cuero aparte, el desarrollo de situaciones tramas y personajes y en el que no estamos viendo una space opera al uso, el que quiera batallas navales en el espacio que vea los productos del tio Lucas.
Como la mejor ciencia ficción, me repito, es capaz de hacer un buen retrato de la sociedad estadounidense y occidental en general escapando de las limitaciones y convenciones que impondría una serie de contenido realista, incluso para comprometidos y concienciados, pues con la excusa de contar historias de marcianos se esquivan muchas barreras.
Alas Oestes de la Casa Blanca aparte, no había visto y oído tramas políticas, sociales, incluso religiosas y personales tan interesantes en la televisión.
Babylon 5 ha creado escuela en el género y ya es un clásico indiscutible, pero a veces, en su parte más política, parece más una reunión de vecinos de escalera con pretensiones que un retrato por la lucha del poder y la libertad de los pueblos al estilo Tolkien... y el cuento de Galáctica, Estrella de combate se ajusta muy bien a sus propios medios.
Aún sin haber concluido ya existe un antes y después en la ciencia ficción, por ejemplo, el lavado profundo de cara al que se están sometiendo los personajes de la serie clásica de Star Trek para la nueva película de la franquicia no habría sido concebible hace unos años sin la emisión de la nueva Galáctica.
Y es que es cuestión de saber aceptar nuevas versiones y relecturas de los clásicos, si son de calidad. Pero no voy a defender los bodrios que se han hecho en el cine usando el nombre de Asimov o Matheson...
Fuente fotografías: revista Interview, via Egotastic.
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