lunes, 16 de marzo de 2009
JONATHAN RICHMAN. Teatre de Lloseta, Mallorca, 10 3 09
Se le considera uno de los precedentes del punk rock y se formó entre miembros de The Cars y Talking Heads con sus Modern Lovers y su gran Roadrunner, producidos además por John Cale, siendo los Velvet Underground una de sus influencias.
Para el gran público, quizás y fuera de los E.E.U.U. es conocido por su participación en las bandas sonoras de Escuela de Rock y Algo pasa con Mary.
Yo conocí su música hace varios años a través de un compañero de trabajo que había vivido en los Estados Unidos y era fan. Me pasó un pupurri de su disco Roadrunner y varios hits más recientes, entre ellos y sobretodos Vampire Girl, que desde entonces ha sido mi canción favorita de Richman y una de toda la historia del rock, me siento identificado con esa letra, y otras canciones.
Richman le canta a los desencuentros, al descoloque, al dejame en paz que voy a mi bola y a los amores frustrados con una alegría y buen rollo que siempre me remite a algo entre los buenos viejos tiempos, la primavera y todo eso que aunque pareciera negativo en su momento lo recuerdas con cariño...
En directo no aparenta el tipo maduro que ya es, canta y baila como se puede ver en cualquiera de sus viejos videos, sin importarle si desafina, si no se acuerda de la letra o la traduce al castellano tal y como se le ocurre en el mismo momento. Pues su carisma y buenas vibraciones lo compensan todo.
domingo, 15 de marzo de 2009
QUERIAMOS MATAR A HITLER. Phillip Freiherr Von Boeselager
Aprovechando el tirón comercial que fue el estreno del flim Valkiria, sobre un atentado fallido contra Hitler, el último en llevarse a cabo y el más espectacular, que pretendía adueñarse del gobierno alemán para terminar con el nazismo y la guerra, protagonizado por Tom Cruise y dirigido por Brian Singer; se publicaron varios libros y documentales que recogían los detalles del complot y revisaban el papel de la poco conocida resistencia alemana. En este caso, de su facción integrada en el ejercito.
En la Alemania de los años 30, una vez que toda la oposición demócrata y antifascista y del partido comunista fue eliminada y el ejercito depurado, mientras se creaban los guetos y los campos de concentración para eliminar a los enemigos del nuevo régimen, los nazis contaban con el apoyo de amplios sectores del país. Del ejercito, de las fuerzas políticas y sociales más conservadoras y de la banca e industria que los había aupado al poder y de una población cada vez más controlada y manipulada, pero integrada y convencida de los logros del régimen nazi.
Solo subsistieron pequeños grupos dispersos, a veces personas en solitario, de opositores y descontentos.
Miembros de la clase obrera y de partidos de izquierdas que organizaron en grupo o en solitario varios atentados, todos frustrados, desde 1921, directamente contra la persona de Hitler. También asociaciones y clubes de intelectuales, religiosos, aristócratas y estudiantes que dieron cierta oposición política, aunque inofensivos y rápidamente eliminados. O sorprendentemente, del propio ministro de armamento y transportes Speer, oportunista amigo personal de Hitler, alegó en los juicios de Nuremberg haber intentado matarlo al final de la guerra y evitado las destrucciones ordenadas por el mismo Hitler para acabar con los restos de la industria alemana ante el avance aliado y soviético...
El coronel Claus Von Stauffenberg, puso la bomba preparada por Von Boeselager junto a Hitler durante una reunión del estado mayor militar, en julio 1944. Horas más tarde moría fusilado al fracasar la intentona golpista, mal preparada y falta de apoyos firmes. Fue el último intento serio de acabar con la barbarie hitleriana, después de una larga lista de atentados fallidos, que incluían el derribo del avión personal de Hitler por una bomba oculta y varios tiroteos suicidas durante las visitas del líder alemán al frente ruso.
Otro autor de un atentado contra Hitler, George Elser, un carpintero antifascista que en solitario puso una bomba en la cervecería Bürgerbräukeller de Múnich, en noviembre de 1939, con la intención de acabar con Hitler y toda la cúpula nazi allí reunida. Fue detenido mientras trataba de escapar a Suiza. Encarcelado en Dachau hasta que fue ejecutado, semanas antes del final de la guerra.
Y en último lugar, los mejor organizados miembros de algunas facciones del ejercito y del servicio de inteligencia, como el propio jefe del espionaje alemán, Canaris y del ministerio de Exteriores del propio gobierno.
En principio, por su afiliación conservadora y su buena posición social y política escaparon o pasaron inadvertidos al nazismo o cuando no directamente, en un principio, lo apoyaron. Este puñado de oficiales pudo preparar varios intentos golpistas y de asesinato contra Hitler y el gobierno alemán.
De aquí proviene Phillip Freiherr Von Boeselager. Durante la guerra fue un joven oficial aristócrata de fuertes convicciones católicas, reclutado en 1943 por el general Von Tresckow, jefe de uno de los ejércitos alemanes en el frente Este, enemigo activo y encubierto de la dictadura nazi hasta su muerte.
Von Boeselager, después de la guerra, intervino en obras humanitarias y fue el autor de varios libros referidos a su implicación contra Hitler, recibiendo reconocimiento y honores.
Queriamos matar a Hitler se plantea como unas breves y amenas memorias de guerra, en las que explica su implicación en la conjura antinazi, sus experiencias en combate y sus relaciones familiares y sociales. No oculta ni disimula como otros autores, su conocimiento sobre la represión y el exterminio programado contra los judíos, conocidos por los alemanes ya desde que se produjeron, siendo un ejemplo de honestidad, aún teniendo en cuenta su postura.
Fuerzas de caballeria alemana de las que Von Boeselager formó parte. Por un lado útiles para los combates en las grandes llanuras del frente oriental, son un ejemplo de la falsedad del mito de un ejercito alemán totalmente compuesto por fuerzas mecanizadas de élite. Un par de ejemplos más, gran parte de los equipos de transporte aún se componian de fuerzas hipomóviles que podían remontarse en su material, a la guerra franco prusiana de 1870 y otro gran porcentaje de material de guerra usado correspondía a equipos capturados a los aliados, italianos y soviéticos, referencias a las limitaciones de la industria alemana, desde antes de la guerra e inferior y con diferencia, de la soviética y estadounidense.
Phillip Freiherr Von Boeselager (1917 2008). Militar, economista e ingeniero forestal, aristocrata católico, miembro de la resistencia antinazi. Durante la Segunda Guerra Mundial, alcanzó el grado de mayor, varias veces condecorado, en el cuerpo de caballería del ejercito alemán, formando parte del mando del grupo de ejércitos centro, en el frente oriental. Recientemente fue considerado el último miembro vivo del último complot frustrado para asesinar a Hitler. Siendo el proveedor de los explosivos para el atentado, estando al mando de la fuerza que debía dar cobertura a los golpistas en el centro gubernamental en Berlín y que no llegó a tiempo, desde el mismo frente ruso. Dada su posición secundaria en la conjura y gracias a que ninguno de los detenidos confesó la implicación de Boeselager, consiguió escapar de la represión nazi, entre los combates del final de la guerra.
Colección Biografías y memorias. Páginas 192. Edición 1. Formato 14,5 x 23 cm.
Encuadernación tapa dura con sobrecubierta. Código 938828 SBN 978-84-344-5253-4.
domingo, 1 de marzo de 2009
REPASO ALGUNOS DE MIS PENÚLTIMOS VISIONADOS EN DVD
DISTRITO APACHE. Daniel Petrie, 1981.
Más que entretenida, un pequeño clásico del policíaco, quizás una de las fuentes para Canción Triste de Hill Street de la que mantiene un parecido en el tono y ambientación. Muestra el día a día con toques de comedia y drama, en la comisaría del Bronx, uno de los barrios más problemáticos de Nueva York. Con mucho de obra coral, varios personajes e historias se cruzan formando el retrato de un lugar y unos protagonistas durante varios días de su vida, en medio del caos y del crimen sin sentido de la gran ciudad.
LAS CRÓNICAS DE RIDDIK. David Twohy 2004.
Una segunda parte que sabe desmarcarse del original. Tanto, que el protagonista ya no parece el poligonero tuneador de coches que es Vin Diesel cuando se pone heroico (excepto en Salvar al soldado Ryan , pero ahí era un secundario al que matan pronto). Más bien se nos presenta una historia de aventuras clásica al estilo R. E. Howard. El protagonista, un criminal peligrosísimo se convierte en la última esperanza del mundo libre contra el avance de un oscuro y tétrico imperio que destruye todo lo que no absorbe. Es como ver un space opera protagonizada por el mejor Conan. Muy entretenida, con un apartado artístico notable que recuerda al del Dune de Lynch, pero solo en la ambientación.
RIVER QUEEN. V. Ward, 2005.
Es una película fallida y pretenciosa que podría haber contado la gran epopeya neozelandesa durante las guerras maoríes que dieron el control total final a los británicos sobre el archipiélago. El argumento está mal contado y desarrollado, funcionando la historia solo como una colección de escenas en un plan muy preciosista y en un estilo muy pictórico, tomando algo de ritmo hacia el final, cuando el culebrón histórico se pasa al cine bélico. En lo positivo, cuenta con un buen reparto y una puesta en escena impecable y la excusa para recomendar otra película: Guerreros de Antaño, la obra que encumbró a Lee Tamahori y que retrata los problemas sociales de los actuales maories.